miércoles, 26 de septiembre de 2012

Galicia: Rias Baixas (2ª parte)


Mis andaduras por Galicia aún no han acabado!!! Queda lo mejor!. Después de conocer O Grove, la isla de la Toxa, Cambados y el camping donde me quedé durante esta aventura con mis compis; nos acercamos a conocer Combarro, pueblo que a mi parecer tiene mucho encanto y magia. Llegamos por la mañana y estaba ansiosa por conocer otro sitio así que tiraba y tiraba de la correa para que mis compis dejaran de hacerse fotos y hacérmelas a mí, me costó pero al final pudimos llegar a la zona antigua del pueblo. 
Tiene muchos hórreos y tiendecitas con todo lo que, vosotros humanos, queráis comprar para recuerdo de vuestro viaje o para regalar, además ofrecían diferentes licores caseros para que la gente los probara, menos mal que Diego e Irene no tomaron muchos porque sino….¡guau!¡guau!...Además había muchos restaurantes donde ponerse las botas, pero eran como en antaño por dentro, muy chulo, y también tenían su terracita, algunas  muy cucas por cierto que daban al mar ¡una pasada!, en la orilla del mar había muchas barquitas y señoras que no se qué andarían buscando en el mar, hasta que ví que sacaban de allí cosas raras que al final del viaje comprendí que esas señoras son ¡mariscadoras!, si, si, cogían percebes, almeixas, berberechos,….la verdad es que esta nueva experiencia en mi año de vida me ha dejado marcada, ver como esas mujeres, con sus propias manos y su esfuerzo sacaban del mar ese marisco que luego al comerlo sabía tan rico ¡ummm!. Mientras mi estancia en Combarro pude disfrutar corriendo libre alrededor de esas barquitas, acercarme al mar y refrescarme un poco, pero también intenté cazar, aunque sin ningún éxito, alguna gaviota que por allí se encontraba, fue muy divertido.
 Pero ahí no acaba el día, después de comer me llevaron a una playita a las afueras del pueblo, se llamaba…¡OURICEIRA!, hacía mucho calor y nada más llegar me acerqué a la orilla, pero el agua estaba tan fría que me entretuve con la arena, intentando arrancar mejillones que estaban en las rocas…hasta que mis compis me animaron a bañarme, yo no me atrevía así que me cogieron en brazos y me metieron en el agua, yo nadé con mucho arte de vuelta a la orilla y no quise meterme más ¡compis estáis locos estaba helada! Soy valiente pero no tonta!!! De todas formas me gustó mucho esta playuca, el agua super limpia, poca gente, la arena fina, y yo sin correa!!!

Por la tarde, me tenían preparada una sorpresa, yo estaba agotada pero estábamos de vacaciones así que ¡adelante!.....¡oh, que es eso tan enorme!...¡un barco!....al montar en él mis compis me tuvieron que llevar en sus brazos porque estaba temblando, pero si vas por encima del mar ¡nos podemos caer!¡no veis el peligro!y ellos tan sonrientes “ay gretelcilla, que estamos en el barco hacia la isla de Tambo, nos van a dar mejillones y albariño, que bien ¿eh?”, ¡¿bien?! ¡sois unos insensatos! Anda que comer y beber en este aparato tan raro que no hace más que moverse….si, compañeros perrunos, muy bien que te dejen subir en el barco, pero no mola nada, quizás tenga que probarlo de nuevo y así cambiar de opinión porque a mis compis les veía tan felices…que malo no tiene que ser…

De vuelta al camping paramos en una ermita: “Santa Maria de A Lanzada”, que también es un mirador que da al mar y a la larga, larguísima playa de A lanzada, es un largo arenal con muchas sendas de madera  que acceden a diferentes calas y zonas donde se puede estar muy a gustico.

Al día siguiente conocimos Pontevedra, es una ciudad pequeña y tranquila, tiene un casco antiguo precioso, con muchos bares y restaurantes, tiene placitas muy chulas con terrazas donde se puede tomar algo relajadamente o comer muy bien. Por allí callejeamos mucho, sin tráfico ya que todo es zona peatonal  disfrutamos de un paseo por los jardines del Convento de San Francisco, vimos por fuera, claro, el santuario de la Peregrina, el Eirado da Leña, una fotográfica plaza pontevedresa…Fue una visita muy agradable, espero volver ¡guau!

Mi final de mis andaduras por Galicia, fue tener el orgullo de conocer Corrubedo, de donde es la familia paterna de mi compi. Corrubedo es un pueblo pesquero cerca de Rivadabia, dirección Boiro y Santa Uxía de Ribeira.
 Allí estuve correteando por las playas y las rocas, también me di un buen paseo por el faro, uno de los más antiguos, que tiene unos alrededores preciosos donde correr mientras sientes la brisa del mar y el ruido que hacen las olas al romper contra las rocas, anduvimos por el pueblo y vi a lo lejos, desde su puerto, donde se hacen unas fotos panorámicas espectaculares, (ver las de mi compi), sus célebres dunas, declaradas parque natural que me quedan por conocer para un próximo viaje ya que me han dicho que hay unas playas espectaculares: playa de Coroso, la de Corna, Castiñeiras


Es una zona digna de conocer porque parece que te alejas de todo, desconectas de la ciudad y te adentras en una zona donde reina la tranquilidad, saboreas su riqueza y contemplas el mar sin estar atada a la correa y puedes andar, saltar y correr ante la atenta mirada feliz de mis compis ¡qué más se puede pedir! Yo como final de esta gran aventura, no podía ser mejor. Espero que mis amigos/as perrunos/as les guste tanto como a mí cuando lo conozcan.







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